Mucho antes que croaran las ranas
o cantaran los pájaros,
yo te amé.
Desde un pliegue de la vida
te imaginé.
te dibujé,
te deseé.
Desde el oscuro vacío.
Sin que existiera el mundo para mi.
ya latías en mi sangre.
Fuiste esa explosión de luz y sueños
que movilizó mi nada.
enamorándome de ti.
Fue muy fácil imaginar quimeras a tu lado,
el eco de tus versos no escritos
me llegaba desde lo profundo del mar
y mi corazón, brincaba ilusionado
en un campo de margaritas.
C. Parra