Hay un instante, solo uno
Que me abrasa
Que despeina mis pensamientos
Es aquel etéreo momento
En el que juntabamos nuestros labios temblando,
Haciéndo el instante eterno
Allí , al lado de los juncos de viento
Nuestros labios mudos
Se entregaban en cálido beso
Aquel día me desposaste en la ribera
aquel día...
Echamos raices en el huerto.
C. Parra