Voy
a contaros de mi vida,
de
la infancia no olvidada,
de
la ternura, con la que me sentí abrazaba
No
hubo prodigios en ella
pero
si, lirios en mi ventana,
fueron
regados con amor
y
su aroma, invadía la casa,
Un
canto de jilguero
despertaba
mis mañanas
poniendo
música al día, que comenzaba.
//El jilguero cantaba en su jaula//
Lo
hacía como ruiseñor,
engreído
de su mejor sonata,
yo,
quise contar que sentía
al
estar enamorada,
deciros,
del primer toque de amor a mi puerta,
y...
¡como ¡temblaba!
¡qué
nervios, que revoloteo de alas!
Me
moría por rozar su piel
y
descubrirme en su mirada
abrazando,
su morena carne impaciente...
// El jilguero, cantaba en
su jaula //
C. parra (Stella)