
Quise escribir mis versos
tintados de dulzura que acarician
las páginas de luz fruto del tiempo
que duerme en los silencios del otoño.
Quise escribir palabras de deseo,
ser patria de los sueños a orillas del delirio,
amante solitario,
galope desbocado de un latido de mujer.
Pero no existe mí corazón hembra,
mi alma es pequeña,
me duelo de las ansias imposibles
de en mí un vientre crecido
y gracia en su simiente
preñada de poesía
Quise escribir mis versos
soñando ser la flor de un ramo de mujer.
Gracias por ser mujer, Carmen, y por tus entrañas vírgenes que gestan vidas nuevas en sueños importantes.
MANUEL M.BARCIA