Leyendo al poeta Federico García Romeu
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La sal, acrecida por las lágrimas
se frena, en el hueco de los ojos,
cristalizando la mirada, que
distorsiona la realidad, cayendo
por los negros agujeros del tiempo.
Opacando los colores del día ,
girando el suelo una y otra vez
en tránsito cósmico,
logrando confundir al olvido.
Albos encajes forman oleaje,
que con languidez vienen y van.
Derechos de autor
poemario Espejo de sal y arena