No sé qué tiempo entretejen mis dedos
desconozco las horas que
encierro en ellos
Nada sé
Sé que llevo a cuestas el
empeño tenaz, de retenerlo
Ayer guardé en los
bolsillos de mi falda
El eco de nuestra mejor
canción
El sonido casi místico
de aquel piano
La inmensa voz de Pavarotti
Y unos versos inolvidables de Bécquer
Guardé también con amor
Los pasos de aquel
entretejido tango,
la voz inconfundible de Gardel
Un húmedo y dulce beso
Y, el deseo de fuego reflejado en
tu mirada
Todo ello, alegra mis
horas amargas
Con ellos, sigo cantando
a la vida
Abro bien los ojos,
para observarla
Interpretar con mimo su
legado
Resucitar la caricia
Adornar las quimeras con
flores del campo, y
esperar con calma, las
golondrinas de Bécquer
El calor del verano
Tomar ilusiones nuevas,y
Escribir en un papel en blanco
los recuerdos que guardo
Mis deseos cumplidos...
También los truncados
C. Parra