Tras la ventana, veo caer el otoño,
Lo hace “con furia”, desgajando rabiosamente
Las ramas de los árboles
Los desviste de su color arrancándoles las hojas secas,
Éstas vuelan como pájaros, llenando el aire
Con un alocado revuelo de alas, que
Tropiezan entre sí, llenando de sombra
Los cristales de mi ventana
Caen…caen…
Su color seco rojizo al fijarse en el suelo
Alfombra el camino que mis pies
Pisaran en las mañanas
El viento las mece haciendo cabriolas en el aire
Y en ese baile de mariposas,
En el claroscuro de la tarde,
Solo se ven rojizas manchas
Que se difuminan como yo
Hasta ser solo sombra de aquella mujer que fuí
El espejo, se regocija mostrándome
Que el otoño ha llegado también a mí
La opacidad de mi piel es comparable
A la sequedad de la hoja
Y me imposibilita a vestirme de nuevo
De lozanía
Caduca la hoja y caduca la mujer
C. Parra