No
No estuve contigo en París,
tus pisadas y las
mías no humillaron sus calles,
tu pecho no acunó
al mío,
ni oí tus latido,
pero si tu voz
bronca y suave , que pintaba imágenes
de amor en las
piedras .
No sé definirte,
en realidad no te
conozco y nunca he llegado a descubrir
la verdad que
proclama tu poesía.
Creo que ambos
fracasamos,
Yo, por creerme
musa mística en tu vida,
lluvia de amor y
palabra al abrazarte,
sin saber que
emprendía un viaje equivocado,
de tierra a
cielo…….
fuiste caricia y
espada,
Paraíso y desierto,
Palabra y silencio,
Agua y fruta
prohibida,
¿Qué reclamo?
Nada.
La memoria del agua
no existe,
Y la frontera que
separa tu alma y la mía
son como los
límites que impone el sol,
fronteras entre los
océanos y la tierra
que separan por
siempre nuestros cuerpos.
C, Parra
Que bonito y nostálgico a la vez un muy buen poema,
ResponderEliminares un placer volverte a leer amiga, stella.
Un abrazo grande feliz fin de semana.
Versos que dejan una gran profundidad de reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
BUen juego con la imagen de París, para aperturar un amor que prende la yesca, y luego va apagándose. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarParis, memoria del agua y olvidos imperdonables: todo por derramar unos versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy tarde contesto Francisco, te ruego me disculpes, ya estoy de nuevo por aquí poniéndome al día, un abrazo
EliminarCarmen
Ya lo se también amiga
ResponderEliminarnada es para siempre...
y pasado el desamor viene el renuevo
poderoso que brilla en uno y el cual nunca se apaga...
te dejo una abrazo!
Mi querida amiga, un abrazo inmenso y mis disculpas por tardar tanto
EliminarCarmen
Gladys, no sabes cuanto me alegra verte llegar querida, un abrazo grande amiga
ResponderEliminarCarmen
Siempre agradecida Rafael, me alegra tu visita y comentario, un abrazo
ResponderEliminarCarmen
Mi agradecimiento en un abrazo Carlos Augusto
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