Llovía
No había parado en todo el día, las gotas de agua resbalaban por mi cuerpo dejando tela y
piel fusionados en una sola …la lluvia me apasiona y mientras ella me empapa dejando
mi pelo a manojitos cayendo por la
espalda mi mente recuerda sonriendo, aquel día de sol brillante que ponía nuevo colorido
a las cosas, lejos y olvidado por un tiempo quedó el paraguas, no me importó en
absoluto porque la vida abría empujando con impaciencia, aquel día añejo en el tiempo
me acariciaba y tu sonrisa me seducía…
Pero hoy llueve y las gotas de agua me regalan su frescura, me siento renacer, he crecido
en el tiempo y el espacio, soy capaz de seguir soñando, capaz de reír, perdonar y ser una
mujer que goza sintiendo latir en su interior la niña que lucha minuto a minuto por no
desaparecer.
Por mucho que el espejo se afane en mostrarme que la niña no está, que ha ido
escapándose por los poros de mi piel sin siquiera darme cuenta, dentro de mí, en
mis latidos y mis pensamientos, en cada sentir…me grita ¡aquí siguo!…
Seguiré siendo yo, música, agua, fuego,
C. Parra
Hola Carmen, que hermosura de poema, y que bien vas hilando recuerdos y pensamientos bajo esa lluvia, buscando esa niña que a la vista no está, pero como tú tan bonito dices, sigue ahí gritando para que no te olvides, y así es, esa niña nunca desaparece en ningún caso, solo hay que darle paso todos los días.
ResponderEliminarMe ha encantado, es una preciosura lo que escribes.
Abrazos con cariño.
Todo un torrente de sentimientos. Un beso
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